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Si somos asiduos lectores de revistas, blogs, o simplemente noticias relacionadas con el mundillo que nos ocupa, nos habremos dado cuenta que el escenario, nuestra base, en la que nos sentíamos tan a gusto y seguros, está cambiando. Microsoft nos está invitando a dar un gran salto, pero más que un salto es un auténtico vuelo, un vuelo por ese cielo repleto de nubes al que nos referiremos como Cloud Computing.
Como todo cambio tecnológico, lleva asociado una gran cantidad de novedades, infraestructuras, conceptos nuevos, y un largo etcétera de detalles, que debemos por lo menos conocer, para movernos con fluidez a estas alturas. Intentaré en este artículo resumir lo más relevante.
¿Qué es el Cloud Computing? Supone la idea de tener nuestros datos, en una red de Data Centers repartidos por todo el mundo, que ha montado Microsoft. Los datos referentes a estos Data Centers, son asombrosos tanto por magnitud, como por potencia.
La idea es buena, y sobre todo atractiva para el cliente final. El cliente que adquiera un software que trabaje en la nube, no tiene que preocuparse principalmente, del desembolso que supondría montar uno o varios servidores para mantener la aplicación. No tiene que pagar licencias, ni gastos de mantenimiento, ni preocuparse por las copias de seguridad, ni averías, y un largo etcétera. Todo esto corre por la cuenta de Microsoft, y desde mi punto de vista, podemos dejarlo tranquilamente en sus manos.
Como Gold Partners de Microsoft, hemos tenido la oportunidad de recibir formación por los pesos pesados de Windows Azure en España, y particularmente puedo decir que este porcentaje se me queda corto. El sistema de seguridad, replica de datos, disponibilidad, y escalabilidad, es simplemente increíble.

• Cada base de datos, es replicada automáticamente a 3 servidores distintos. Además podemos automatizar otra copia a una localización distinta, con lo que podría colapsarse un Data Center por completo, y no perder un solo dato.

• Las copias de seguridad, automatizadas, se hacen diariamente y se almacenan durante 14 días.

• Ante caídas eléctricas, como es de esperar, cada Data Center tiene sus propios grupos electrógenos. La diferencia con el resto, es que ellos tienen su propia reserva de gasoil en cada centro, para poder alimentar a estos grupos durante 3 meses.

• En cuanto a sostenibilidad medioambiental, están reconocidos con varias certificaciones. Por ejemplo, para controlar la temperatura y facilitar la ventilación, los contenedores están al aire libre, en lugar de en grandes naves con ventilación artificial. Están realizando estudios para ver la viabilidad de crear los nuevos centros en zonas heladas, e incluso en el mar.

Windows Azure Platform ofrece varios tipos de servicio, podemos usar Windows Azure como:

• Infrastructura-as-a-Service (Iaas). Aquí nos ofrecen la capacidad de computación y almacenamiento que necesitemos. Es decir, podemos usar sus servicios para alojar unos servicios, que solo necesitarán potencia de proceso y almacenamiento.

• Platform-as-a-Service (PaaS). Presenta el entorno como un servicio para desplegar aplicaciones, facilitando el despliegue de estas.

• Software-as-a-Service (Saas). La empresa nos proporciona el software como un servicio. La aplicación está alojada y es mantenida por el proveedor.

Podemos separar la plataforma en tres módulos principales:
WINDOWS AZURE. Tenemos la posibilidad de “alquilar” una máquina virtual en la plataforma, de distintos tamaños y potencias. En ellas, podremos instalar nuestros propios programas o servicios, como si de nuestro servidor se tratase. Es más, podemos incluso montar nuestra máquina virtual en casa, y cuando la tengamos preparada subirla a la Nube. Eso sí, solo podremos hacerlo con Windows Server 2008 R2 64 bits. En función de la necesidad de potencia que necesitemos, tenemos las siguientes configuraciones.
Por supuesto, podemos contratar tantos servidores como necesitemos. Windows Azure montará una VPN entre todos ellos, y algo muy interesante, podemos conectarlos con la misma VPN, a nuestros servidores On-Premise que tengamos funcionando en nuestras oficinas. Esto desde mi punto de vista abre otra línea de negocio nueva. Ya no estamos hablando de instalaciones iniciales que un cliente necesite emprender, si no que para aquellos clientes que están creciendo y necesitan ampliar sus servicios, podemos de esta forma escalar sus sistema sin un gran desembolso.
SQL AZURE. Otra opción se basa en la idea de llevarnos los datos a la Nube. Bien sea desde un software que esté en Azure o no. Aquí las ventajas están muy claras, como he dicho antes. No existen pérdidas de datos, no hay que encargarse del mantenimiento, ni de la escalabilidad, ni de puntos críticos puntuales, etc…
Tenemos que tener también en cuenta que otra forma de tarificación que tienen, es por transacción de información, o sea que por cada petición servida, nos estarán cobrando algo insignificante, del orden de pocos céntimos de euro por cada 10.000 peticiones.
Microsoft está en continuo desarrollo y ampliación de sus cotas máximas, así que lo que hoy diga que es cierto, mañana puede ser cosa del pasado. Siempre habrá algún Partner que supere los máximos. Este límite de 50Gb, por ejemplo, en el tamaño máximo de base de datos, en cuestión de meses será superado muy holgadamente.
WINDOWS AZURE STORAGE. Con este módulo podemos aprovecharnos de la capacidad de almacenamiento que necesitemos. Además, existen varias opciones para que todos estos datos estén estructurados y organizados, de forma que podamos acceder a ellos de una forma ágil y rápida. Podemos subir BLOBs, o archivos de gran tamaño como por ejemplo vídeos de varios Gigas, que necesitemos para nuestra plataforma de streaming, por poner algún ejemplo. Podemos crearnos tablas no relacionales (que para esto tenemos SQL Azure), donde almacenar millones y millones de registros, del tamaño que sea, con el número de tablas que queramos, sin ninguna limitación. Por último, podemos crearnos un Pool de mensajes de cualquier tipo, que necesitemos persistir en disco para evitar cualquier caída, y al igual que en los anteriores, sin ningún tipo de limitación (siempre sujeto a lo que contratemos, claro está).
Entre las ventajas de este módulo, una que llama la atención, es que el precio de almacenamiento es infinitamente inferior a SQL Azure. Está claro que no estamos hablando de lo mismo, ni de algo parecido. Pero si necesitamos almacenar información que no tenga por qué estar en bases de datos relacionales, ya que no tienen relación entre ellas, es mucho más rentable guardarlas en tablas de Azure Storage, que en tablas propias de SQL Azure.
La potencia y escalabilidad de este módulo, como con los otros, es inimaginable. Por ejemplo, piensa en el ejemplo anterior, tenemos un portal de streaming a nivel mundial. Nosotros por defecto, almacenamos todo nuestro contenido en el Data Center más cercano, que es el de París. Ahora empezamos a crecer en Estados Unidos, y clientes de allí empiezan a consultar nuestro contenido. La primera vez que accedan a un video, Azure Storage se lo servirá al cliente que lo solicita, pero además, lo estará almacenando en el Data Center que “le corresponde” a este cliente, De tal forma, que cuando vuelva a consultar este vídeo, ya no se lo servirá mi Data Center, sino que lo hará el que tiene más cerca de casa.
Una pregunta que siempre surge cuando hablamos de una migración a la nube es, ¿Qué coste me va a suponer mensualmente este sistema? No podemos dar un valor al azar y esperar que se ajuste a la necesidad de su empresa, ya que depende de muchos factores. En el siguiente enlace tenemos una calculadora “Aproximada”, del coste que nos supondría.
En definitiva, como estamos viendo, Windows Azure no es algo, no es un servicio, ni un nuevo software que podamos usar, ahora han ido más allá. Las necesidades de software están cambiando. Cada vez más nos reclaman soluciones disponibles en el momento, en cualquier parte del mundo, desde infinidad de plataformas distintas, visibles en cualquier dispositivo, rápidas, fiables, y un largo etcétera. Windows Azure nos está dando la infraestructura para llevar todo esto acabo, sin necesidad de pensar en almacenamiento, procesamiento o disponibilidad, para que nos centremos exclusivamente en el desarrollo de estas soluciones.


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