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En el anterior artículo hablábamos sobre el impacto del Big Data en las organizaciones y el deber de estas de afrontarlo y gestionarlo, permitiéndoles convertir todos los datos en información, en conocimiento. Para conseguir esto a través de un herramienta CMI, hay que tener en cuenta ciertos aspecto, aquí van las claves a tener en cuenta en la implantación de un CMI en la PYME.

  1. Es un proyecto estratégico, y como tal tendrá que ser gestionado de manera rigurosa atendiendo a nuestra metodología de gestión de proyectos. Será muy importante contar con un jefe de proyecto con un conocimiento amplio de la organización y un equipo de stakeholders en el que se encuentren representados todos los perfiles que utilizarán el Cuadro de mando en el futuro, haciéndoles partícipes de un proyecto común.
  1. Deberemos realizar un análisis de nuestros procesos actuales, para identificar cuáles son los procesos clave que apoyan los objetivos del negocio. Puede que en este punto sea un buen momento para modificar alguno de ellos o replantearnos la manera de hacer ciertas cosas. Quizá una visión externa pueda también aportar otro punto de vista que enriquezca a la organización.
  1. Definir requerimientos del proyecto, o lo que es lo mismo, qué necesitamos y de qué disponemos para que el proyecto sea un éxito. Habrá que definir estos requerimientos desde la perspectiva de negocio, funcional y técnica.

 

  1. Consensuar necesidades de información, detectando cuales son todos y cada uno de los orígenes de datos que contienen la información a tener en cuenta para desarrollar el cuadro de mando y garantizando que en ningún momento se verá comprometida la calidad de los mismos. Es fundamental asegurar que los datos provienen de fuentes fiables y actualizadas, ya que si no generaremos información errónea en el CMI y podrá hacernos tomar decisiones equivocadas.
  1. Definir usuarios y perfiles que utilizarán la plataforma, tanto para garantizar la privacidad en el acceso a la información, como para determinar las necesidades de UX para los mismos. Además, tendremos que tener en cuenta la frecuencia de acceso a la información de cada uno para determinar la frecuencia de actualización, así como los dispositivos desde los que esta será consultada.
  1. ¿Compramos o desarrollamos? Desarrollar una solución de BI es una tarea compleja, cara y probablemente innecesaria debido a la gran variedad de soluciones disponibles en el mercado. En este punto es importante contactar con expertos e incluso solicitar demos ad hoc a los fabricantes sobre casos reales con los que vayamos a encontrarnos más adelante. Sin lugar a duda, únicamente asumiría un desarrollo propio para este tipo de solución cuando tras un exhaustivo análisis no hayamos encontrado la “horma de nuestro zapado”.
  1. Los criterios de selección podemos enfocarlos tanto para seleccionar el software como el implantador que nos ayudará en el proceso de implantación.

En el próximo artículo hablaremos de la implantación del software y el implantador.
imagen: Lachlan Donald
enlace: Big Data, el reto de las organizaciones


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